Las aplicaciones móviles de salud empiezan a jugar un papel cada vez más relevante en el trabajo de los profesionales de salud, que las utilizan en todas aquellas tareas que les pueden servir de apoyo, tanto a nivel asistencial con los pacientes, como a nivel de desarrollo profesional.
Para que nos hable de todo ello hemos invitado a José Ávila, médico de familia y Responsable del Grupo de Nuevas Tecnologías de la Sociedad Madrileña de Medicina de Familia y Comunitaria.
¿Qué valor tienen en este momento las apps de salud para un profesional sanitario?
Las apps tuvieron un despegue muy importante hace un par de años y posteriormente han ido siendo desplazadas de la novedad por nuevos adelantos que están configurando la punta de lanza innovadora como los wearables. Este hecho no ha de considerarse como una desventaja, al contrario, está sirviendo para que el mercado sea más estable y perduren en el tiempo las aplicaciones que supongan de verdad una aportación para la salud. Aunque el número es creciente, a veces no hay una calidad ni en los contenidos ni en el desarrollo de la aplicación que la haga apta para su recomendación o uso.
A mi juicio los dos grandes problemas a los que se enfrenta el mercado de las aplicaciones en salud son dos. Por un lado hay muy pocos ensayos clínicos en condiciones pragmáticas, doble ciego y con un número importante de participantes como para demostrar su validez, de esta forma es muy difícil saber si una intervención determinada a través de herramientas digitales como las aplicaciones es útil como herramienta terapéutica; por otro lado el contenido es muy variable y existen aplicaciones muy cuidadas y de alta calidad en el mismo al lado de otras aplicaciones de dudoso contenido o de calidad no contrastada.
¿Qué tipos de apps para pacientes consideras más importantes?
Ya que hay pocos estudios en intervenciones directas recomiendo en la consulta aplicaciones cuyo uso se relacione con el registro. Ya sea registro de variables de seguimiento (glucemia, tensión arterial, peso, ejercicio físico), registro o recordatorio de toma de fármacos (pastilleros digitales) o de síntomas (calendario de migrañas, registro de dolor) o de signos (fotografía de lesiones cutáneas).
En todos estos casos no existe una intervención directa a través de la aplicación, sino que lo que se le propone al paciente es que lleve un registro ordenado y metódico de las variable que queremos que luego nos presente en consulta. En todos estos casos es sustituir el papel por una anotación en el teléfono móvil que no se va a perder, que se puede representar gráficamente y que se puede asociar a otras circunstancias vitales o síntomas acompañantes.
¿Y para el desarrollo de un profesional de salud?
Personalmente utilizo varias aplicaciones de forma cotidiana en la consulta. Tengo siempre abierta aplicaciones que me facilitan la toma de decisiones, pueda evaluar interacciones medicamentosas o hacer consultas rápidas sobre signos, síntomas o efectos secundarios de fármacos.
De forma ocasional, con compañeros concretos y salvaguardando la confidencialidad y el anonimato del paciente, puedo utilizar alguna aplicación de mensajería específica para hacer consultas sobre un caso concreto que me suponga una duda y ninguno de mis compañeros accesibles de forma directa en mi centro de trabajo me la pueda solucionar. He tenido ocasión de utilizar en tres o cuatro ocasiones este tipo de aplicaciones y he de decir que las respuestas se han demorado muy pocas horas (a veces minutos) y el grado de participación ha sido extraordinario.
En cuanto a la formación y a la investigación tengo aplicaciones descargadas y las uso de forma esporádica con guías de práctica clínica, algún gestor bibliográfico y algún buscador pero estas últimas la utilizo menos ya que prefiero trabajar sobre el ordenador en vez de sobre el móvil o tableta para estas actividades.
¿Cómo hace un profesional para prescribir apps a sus pacientes y qué haría falta para que se extendiera su uso por los profesionales?
Para prescribir aplicaciones simplemente hay que conocerlas, estar seguro de su utilidad y que el paciente disponga de un teléfono móvil inteligente y tenga una mínima habilidad digital.
En España el número y uso de teléfonos móviles está muy extendido y la mayoría de las personas están acostumbradas a utilizar alguna aplicación. Ya no sirve de excusa la edad del paciente ni su nivel socioeconómico y el límite creo que está más del lado del profesional que del lado del paciente.
Posiblemente lo que hace falta es que demostremos con método científico que la utilización de herramientas digitales de forma habitual en la consulta mejora algo (eficiencia, satisfacción o resultados en salud). Hemos de plantearnos el uso de aplicaciones con la misma perspectiva que nos planteamos cualquier otro método diagnóstico, de seguimiento o de tratamiento.
¿Deben involucrarse los profesionales en la creación y desarrollo de una app de salud?
Sin duda. Siempre digo «poned un sanitario en vuestro equipo de trabajo» a los desarrolladores de aplicaciones. Hay retos tecnológicos que pueden suponer un reto desde la perspectiva de la ingeniería, pero que aportan muy pocas ventajas desde la perspectiva de la salud; y viceversa, necesidades sanitarias que se podrían facilitar con herramientas informáticas y que posiblemente sean menos tentadoras para los desarrolladores.
¿Cuál es tu visión de futuro en el desarrollo y uso de apps por profesionales?
Llegará un momento de equilibrio, posiblemente con menos cantidad de aplicaciones y mayor calidad de las mismas. Pero por ahora creo que debemos demostrar la utilidad y el beneficio de estas aplicaciones en salud tal y como se demuestra en la ciencia que conocemos por el momento: a través de proyectos de investigación en ámbito clínico real a través de ensayos clínicos. Mientras no hagamos esto estaremos hablando de percepciones de mejora pero no habremos demostrado la utilidad de las herramientas.
¿Cuál crees que sería la situación ideal de uso de Apps en tu trabajo?
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Todos los contenidos de este curso:
MÓDULO 1 Introducción a las aplicaciones móviles de salud
1.1 La salud móvil en la sociedad del conocimiento
1.2 Introducción a las aplicaciones móviles de salud
1.3 Los nuevos e-pacientes y la adaptación de los profesionales de salud
1.4 Tipos y utilidades de las aplicaciones móviles de salud
1.5 Ejemplos de aplicaciones móviles de salud
MÓDULO 2 Las apps en el día a día profesional: Aspectos importantes a tener en cuenta
2.1 Introducción, normativa y certificación de las apps de salud
2.2 Las Apps en el día a día del profesional de salud
2.3 Prescribiendo apps: aspectos importantes a valorar en una aplicación de salud
2.4El proceso de certificación de una Aplicación de Salud
MÓDULO 3 Desarrollo de una app de salud: de la idea a la publicación
3.1 Introducción a la generación de una app de salud
3.2 El diseño de una aplicación de salud
3.3 El desarrollo tecnológico de una app de salud
3.4 La publicación de una app de salud
3.5 La comunicación de una aplicación móvil de salud
MÓDULO 4 Experiencias profesionales y casos de éxito
4.1 El papel de los profesionales en el desarrollo de las aplicaciones de salud
4.2 La experiencia de uso de apps por los profesionales de salud
4.3 Emprendiendo con una App de Salud
4.4 Resolviendo necesidades de salud a través de las aplicaciones
4.5 Visión de futuro de las Apps de Salud
MÓDULO 5 Recursos externos de utilidad