El diseño de una App de Salud

Continuamos avanzando en el desarrollo de una App de Salud y hablamos en este momento del diseño. En este vídeo Gema Arias, diseñadora y experta en UX nos da las claves más importantes:

El diseño siempre debe estar centrado en el usuario (DCU): debe ser un conjunto de metodologías y técnicas que ayuden a conocer y comprender las necesidades, limitaciones, comportamiento y características del usuario. La app debe ser creada para satisfacer sus necesidades y frustraciones y siempre pensando en que su uso sea lo más cómodo posible. El objetivo final del DCU es satisfacer las necesidades de todos sus usuarios potenciales, adaptar la tecnología a sus expectativas y crear interfaces que ayuden al cumplimiento de sus objetivos.

Junto al DCU está la experiencia de usuario, aquellos factores y elementos relacionados con la interacción del usuario que se encargan de conseguir la satisfacción de éstos al utilizar un producto o servicio y crear una percepción positiva o negativa del mismo.

El proceso de diseño se divide en varias etapas:

INVESTIGACIÓN Y ANÁLISIS

Se realiza una investigación profunda sobre el mercado, los usuarios y la app a diseñar para crear aplicaciones de salud únicas.

Se le pregunta al usuario qué quiere, qué necesita,… y basándonos en sus respuestas creamos algunos documentos que nos ayudan a decidir qué va a mostrar la app y cómo lo va a hacer:

Benchmarking: se buscan app de la competencia y se analizan sus puntos débiles y fuertes.
Entrevistas y encuestas: de las primeras se consigue más calidad, en ellas se pregunta directamente a los usuarios para conocer sus opiniones, motivaciones y experiencias. Las segundas son más cuantitativas, se realizan preguntas estructuradas sobre sus preferencias, deseos, satisfacción, usos, etc.
Arquetipos: en una ficha se detalla a un usuario inventado con características que representan unas necesidades, actitudes y comportamientos reales. A veces los arquetipos van acompañados de Mapas de Empatía: éstos ayudan a empatizar con los usuarios para poder tomar decisiones teniendo en cuenta sus necesidades y expectativas.
Escenarios: historias inventadas en las que nuestros arquetipos usan la aplicación en unas circunstancias y entornos específicos que detallamos.
Customer Journey Map: ilustra visualmente la relación de los usuarios con la app y su percepción de la misma, así como sus necesidades y expectativas en cada fase.

ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN

Se procesa toda la información: se organizan, ordenan y estructuran los contenidos para que los usuarios puedan encontrar la información de manera fácil e intuitiva. La arquitectura de la información es fundamental para estructurar una app: es la base de las futuras interacciones y la guía diseñar la interfaz.

El diseño de la interacción define cómo el usuario interactúa con la app.

Técnicas empleadas durante esta etapa:

Cardsorting: los usuarios agrupan tarjetas por similitud, de esta forma podemos conocer cómo esperan encontrar los contenidos o las funcionalidades de la app.
Inventario de contenido: se ordena todo el contenido a incluir en la app.
Árbol de contenido: se describe el esquema de organización general de la app según el modelo mental de los usuarios.
Diagramas de flujo: representan las futuras interacciones posibles y sus resultados, lo que hace el usuario.

CONCEPTO Y DISEÑO

Se diseña la app partiendo de la información analizada y estructurada.

La interfaz de una aplicación es la capa visible que hay entre su corazón funcional y el usuario, y su apariencia depende del sistema operativo: iOS, Android, Windows Phone,… cada uno tiene una línea visual propia, unos botones, gráficos, iconos,… propios que los diferencian del resto y les dan una identidad. El diseñador deberá crear diseños propios y únicos pero siempre coherentes con el estilo de la plataforma.

Partiendo de la lista de elementos que hemos creado en la etapa anterior se coloca el contenido en plantillas de móviles. Dibujamos dónde irán los menús y qué contendrán, si habrá imágenes, dónde incluiremos la información y qué estructura tendrá,… y después añadiremos interacciones: pensaremos en cómo mostrar todo y como será la navegación de la aplicación.

Al terminar esta fase testamos con el profesional sanitario y los pacientes y comprobamos que los elementos incluidos y las interacciones se entienden y son correctos, que la aplicación es fácil de usar y que hemos conseguido los objetivos iniciales. Una vez testado, los bocetos se llevan a detalle: se escogen los colores y tipografías, se adaptan las imágenes y se trabajan los textos.

MEDICIÓN Y EVALUACIÓN

Se comprueba la calidad de la app. El diseño final se testa una vez más para comprobar que todo sigue teniendo sentido. La mejor técnica de evaluación es el test de usuarios: mediante un grupo de usuarios se analizan los problemas de la app y sus posibles mejoras.

Finalmente pasamos los diseños y los contenidos (los textos y las imágenes) a los desarrolladores para que con su magia generen la aplicación que más tarde el usuario podrá descargarse.

Puedes ver todo el proceso en la siguiente infografía: