Este mes hemos propuesto desde #CarnavalSalud un tema que sale siempre a relucir en cualquier evento sobre salud 2.0 y que ha sido discutido en ocasiones con motivo de los ‘tweetchats’ y debates generados en redes sociales.
Foto de Soller Photo
El tema en cuestión es cómo podemos lograr que los profesionales que aún no conocen o no hacen uso de Internet y herramientas 2.0, las incorporen en su vida profesional de forma efectiva.
Y la cuestión no es baladí ya que aunque el número de profesionales subidos al carro 2.0 va en aumento, no parece que sea una adopción masiva que permita un mayor desarrollo en su uso y un aumento significativo de iniciativas de aplicación de estas herramientas en salud.
Y cuando nos paramos a pensar sobre el tema surgen infinidad de preguntas que se convierten en pequeños obstáculos, que tendremos que salvar si queremos alcanzar una masa crítica necesaria de profesionales. Y sobre ellas vamos a intentar reflexionar.
¿Existe demanda por parte de los pacientes de este tipo de profesionales?
En una entrada anterior hablábamos de que el número de pacientes activos aún es relativamente bajo, y no hablemos de aquellos que son activos a la par que e-pacientes. Parece que la demanda aún no es muy alta, aunque es lógico pensar que seguirá creciendo y que empujará a que muchos profesionales nos pongamos al día en estos temas.
¿Estamos los profesionales sanitarios preparados para utilizar las ‘nuevas tecnologías’?
Se habla de la existencia de una brecha digital que en nuestro caso no está tan relacionada con el acceso a las herramientas, sino más bien con hacer un uso de calidad de las mismas. Esta brecha separaría a los nativos digitales (Generación ‘Y’ en adelante) de los llamados ‘inmigrantes digitales’ que somos aquellos que nacimos antes de que el uso de Internet fuera extensivo.
Y yo me pregunto (y algún que otro sociólogo también) ¿De verdad existe la brecha digital y la separación entre nativos e inmigrantes? Si nos paramos a reflexionar sobre este punto nos damos cuenta de que los nativos digitales tienen altas competencias sobre todo en el uso de tecnologías de la comunicación (redes sociales y Whatsapp), aquellas a las que dedican gran parte de su tiempo, pero carecen de otras más importantes como son la gestión de la información y la lectura crítica, habilidades que se aprenden a cualquier edad y por motivaciones muy distintas.
En ese sentido la brecha sería una cuestión de actitud (nótese la ‘c’) ante el uso de las tecnologías y en muchos casos se convertiría en la excusa perfecta para evitar aprender a usarlas…
¿Somos los que estamos usando estas herramientas los ‘early adopters’ de los profesionales de la salud?
Parece que sí y que constituimos la punta de lanza de la adopción de estas nuevas formas de trabajar y de comunicarnos.
También es cierto que aún somos muy pocos, aunque tenemos la oportunidad de dar a conocer al resto de los profesionales las ventajas que pueden suponer para su desarrollo profesional.
¿Existen factores que favorezcan la inmersión de los profesionales sanitarios en el 2.0?
Más que factores favorecedores podríamos hablar de eliminar obstaculizadores. Parece que el contexto actual no favorece en absoluto este desarrollo. Las condiciones económicas, presión asistencial, falta de tiempo y sobre todo la falta de apoyo institucional, hacen muy difícil que el profesional se asome a conocer estas iniciativas en su jornada laboral y le toque tirar de sus propias inquietudes personales durante su tiempo libre.
¿Queremos los profesionales mejorar en nuestro trabajo?
Esta pregunta iría muy ligada a la anterior, porque es un tema que toca de lleno con el factor motivacional. En la última jornada eSaludCyL Salvador Casado se preguntaba si los pacientes estaban empoderados o empanados, y podríamos trasladar la misma pregunta a los profesionales.
Si los profesionales que hacen más investigación son los que más favorables se muestran hacia el uso de las TIC en su trabajo, ¿es porque su nivel de inquietud y motivación es mayor?
¿Conocemos los beneficios de la e-Salud en nuestro trabajo?
Muchos profesionales no saben cómo se pueden beneficiar de estas herramientas. Y hasta que no conozcan y palpen su utilidad real por mucho que nos empeñemos en contar sus bondades, no las incorporarán en su trabajo.
- ¿Cuándo empezamos a usar calculadoras? Cuando descubrimos que facilitaban nuestras cuentas.
- ¿Cuándo empezamos a usar procesador de textos? Cuando descubrimos que nos permitía corregir e imprimir documentos con buen diseño y a bajo coste.
- ¿Cuándo empezamos a usar Dropbox? Cuando descubrimos que era mejor que andar moviendo los datos entre ordenadores con memorias USB.
- ¿Cuándo empezaremos a usar las TIC en salud? Cuando descubramos que facilitan la formación, búsqueda de información, desarrollo profesional y asistencia que damos a nuestros pacientes.
¿Y son útiles las estrategias de formación en herramientas 2.0?
No solo son útiles sino que además son necesarias. Porque a través de ellas damos a conocer ese valor real que aportan y se produce no solo una transferencia de conocimientos, sino también de actitud y motivación para empezar a utilizarlas.
Eso sí, deberían ir siempre acompañadas de una planificación previa y una evaluación de resultados, para saber cuáles son realmente efectiva y cuáles no.
Y para finalizar ¿qué podemos hacer para conseguir que los profesionales se sumen al uso de las herramientas?
Puede que no exista una solución única y para conseguirlo tengamos que combinar varias estrategias que combinen la formación en el uso de las TIC, la visibilización de iniciativas de éxito, las jornadas y específicas y otras generales que integren en sus programas propuestas de este tipo, y el soporte a través de webs como Wikisanidad y redes sociales.
En este sentido intentaremos aportar nuestro granito de arena desde SaludConectada, con un proyecto que está a punto de ver la luz 😉
No en vano nuestro lema es: ‘Tendiendo puentes para salvar la brecha digital en salud’.
Desde aquí te animamos a que participes en el debate planteado este mes del #CarnavalSalud. Tienes toda la información en la WikiSanidad.
IMES Enfermeras a Domicilio dice
Muy buena entrada.
Es necesario hablar de este tema, ya que también es un modo de crear contenido para los que se hacen la pregunta del porque sumarse a la era de la salud 2.0.
Es cierto que no ves su valor hasta que no lo compruebas, pero también es cierto que cuando lo utilizas como una herramienta mas, tienes la sensación de estar avanzando con el resto de corrientes y sectores, de ser imparable y vanguardista en tu ámbito.
El área salud siempre ha ido un poco a remolque de las nuevas tecnologías y de las TIC, es el momento de sacudirle el polvo al sector y dinamizar las profesiones.
Sin duda tenemos que estar todos en ese carro.
ChemaCepeda dice
Totalmente de acuerdo. Más que como una herramienta, cada vez es más una capa que se superpone a todas nuestras acciones
Manuel dice
Hola Chema,
Muy buen post, y muy buena pregunta. En mi opinión, la brecha irá desapareciendo por si misma, así que yo cambiarí un poco la pregunta ¿Que podemos hacer para que desaparezca cuanto antes?
En esta línea, además de las iniciativas que comentas, se me ocurre alguna más. Hacer que las TIC aporten valor de verdad los profesionales en su trabajo, a las organizaciones en su gestión y a los pacientes para su salud.
Creo que un paso importante para incorporar a los profesionales sería a través de las herramientas de colaboración. El uso de estas herramientas, con una metodología adecuada y sistemática, no sólo acorta la brecha digitail, sino que introduciría al profesional en la actitud 2.0 🙂
Saludos
ChemaCepeda dice
Muchas gracias Manuel
Coincido contigo en que el uso de herramientas de colaboración supondría un gran salto cualitativo en la inmersión de los profesionales al 2.0. Pero a partir de aquí la pregunta que cada vez me hago más es ¿desde qué nivel de competencias digitales hemos de partir?
Tendremos que dar a cada profesional las competencias desde el nivel que necesite ¿no creéis?
Dario Propdental dice
Los profesionales de la salud y hablo por mi mismo, aunque conectados con las redes sociales, muchas veces nos vemos saturados y nos es muy difícil dedicar el tiempo necesario a las redes 2.0 como muchos desearíamos, pero creo que poco a poco eso irá cambiando y cada vez serán más los profesionales que presten servicios en eses ámbitos.
Buen post