El acrónimo prosumidor resulta de la fusión de las palabras productor y consumidor y se lleva aplicando durante los últimos años en muchos campos. Fue acuñado por Alvin Toffler en su libro ‘La Tercera Ola’ y hace referencia a la forma de ser productor y consumidor de forma simultánea de servicios o productos.
Como decía Genis Roca en su charla TED (muy recomendable), nuestra generación se caracteriza porque ha empezado a producir su propio contenido y a generar servicios que antes se contrataban a otros profesionales, gracias sobre todo a la aparición de herramientas que han reducido enormemente los costes y la complejidad de estas tareas.
La web 2.0 no solo ha cambiado la forma en que los usuarios accedemos a la información, sino que nos ha convertido en auténticos prosumidores, porque además de consumir la información la remezclamos y ofrecemos nuestro valor añadido, para después liberarla y que otros se nutran de ella, iniciándose de nuevo el proceso.
El manifiesto Cluetrain decía que ‘los mercados son conversaciones’ y esta nueva economía migramos desde unos consumidores pasivos (equivalente al clásico paternalismo sanitario) hacia prosumidores activos (que podría equivaler a una relación paciente-profesional horizontal).
Y por supuesto en salud tenemos cada vez más prosumidores en sus dos vertientes:
- Por un lado prosumidores profesionales que crean blogs, vídeos, tutoriales y manuales y exploran nuevas formas de hacer educación para la salud con sus pacientes.
- Y por otro lado pacientes empoderados o e-pacientes, expertos en su autocuidado que comparten recursos sobre su enfermedad y generan también contenidos para educar a otros pacientes, configurando así sus entornos personales de salud.
Puede un prosumidor en salud sea la suma entre un profesional/paciente activo, inquieto y participativo y el efecto catalizador que tienen las no tan nuevas tecnologías y las redes sociales.
Y este valor prosumidor se ve amplificado por las redes sociales, en las que gracias a la colaboración y a la inteligencia colectiva salen adelante grandes iniciativas que hace años serían imposibles de coordinar (véanse EdCivEmerg o Diferénciate, por citar las 2 últimas).
Además no podemos olvidar que hoy más que nunca Internet es móvil, por lo que la ubicuidad y la conexión permanente hacen de un teléfono móvil un arma de producción masiva, convirtiéndonos a todos en potenciales prosumidores.
Llegados a este punto surgen las siguientes dudas ¿Realmente estamos preparados los profesionales para producir contenidos?¿Y para recibir en nuestras consultas a pacientes prosumidores?¿Quieren los pacientes ser parte activa de la conversación o el empoderamiento va por grados? (lanzando ideas para un próximo Carnaval Salud :))
Lo que no podemos negar es que ya existen muchos pacientes y profesionales prosumidores de información en salud y que están cambiando las reglas del juego.
Puede que todo esto sea la punta del iceberg que se nos viene encima, o que los que vivimos en las redes sociales suframos de sesgo de confirmación y no veamos más allá del dospuntocerismo.
¿A ti qué te parece?
[…] del Aprendizaje y el Conocimiento). Estas herramientas nos permiten dar el salto de consumidores a prosumidores de información, adoptando un papel de productores de contenidos, añadiendo valor a la información que […]