Una de las tecnologías que más impacto y recorrido puede tener durante este año es el de la impresión 3D. Ha sido denominada la 3ª Revolución Industrial y puede que en muy poco tiempo todos tengamos tengamos en nuestras casas una impresora de estas características, con la que podremos crear cualquier tipo de objeto.
La salud no se escapa a esta revolución y cada día vemos nuevas aplicaciones que pueden aportar valor a la salud de las personas. Desde las prótesis de mano personalizadas del proyecto E-nabling the future, del que ya hemos hablado en alguna ocasión, la generación de modelos de órganos para formación y preparación de intervenciones quirúrgicas; hasta la bioimpresión de distintos tejidos. Las posibilidades son infinitas.
De todo ello he hablado en el artículo que se ha publicado esta semana en el blog Comparte Innovación de Philips, en el que tengo el placer de participar como autor colaborador.
Si quieres saber más sobre cómo la impresión 3D va a cambiar la salud, pincha sobre la siguiente imagen:
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