Hablábamos recientemente sobre el futuro de la salud a través del análisis de los datos y cómo el Bigdata y Smalldata tienen el potencial de mejorar nuestra salud, si somos capaces de llevar esos datos a nuestra práctica asistencial.
Descubro gracias a Aitor Calero, un epaciente que desarrolla su trabajo con mapas y datos (un ejemplo más de la necesidad de hibridación), una charla TED sobre la importancia de conocer el ‘entorno’ en el que vivimos, la parte quizás menos comprendida de la ecuación:
Genética + Estilo de vida + Entorno = Factores de riesgo
Conocer por ejemplo nuestro historial de lugares donde hemos vivido y relacionarlos con el nivel de polen, contaminación o la prevalencia de enfermedades, nos ayudaría a entender mejor los factores de riesgo.
En esto se basa la Geomedicina, que pretende explicar el estado de salud de una persona sobre la base de factores geográficos y ambientales que le afectan a lo largo de toda su vida.
Mediante el registro y análisis de los datos que ya se están empezando a recoger en las llamadas ‘Ciudades Inteligentes’, podremos crear mapas cada vez más detallados sobre el entorno en el que vivimos. Y si somos capaces de hacernos las preguntas adecuadas y de relacionar esa información con nuestros datos de salud, el BigData permitirá que sepamos mejor cómo de relevante es ese entorno para nuestra salud.
Y siguiendo con la ecuación, todo el smalldata obtenido a través de sensores, pulseras, teléfonos y los miles de dispositivos que en unos años estarán conectados a Internet (y enviarán millones de datos sin que ni siquiera nos demos cuenta), servirá para que tengamos una mejor idea de nuestros patrones de actividad y estilo de vida.
Os dejo con la charla de Bill Davenhall de ESRI en TEDMed, que no tiene desperdicio:
Créditos: foto de Stuck in Customs vía Flickr Licencia Atribución no comercial
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