En un momento en el que la información fluye como nunca a través de Internet y redes sociales y en el que la tecnología nos permite la captura y envío de grandes cantidades de datos a través de todo tipo de dispositivos, era cuestión de tiempo que el vídeo se convirtiera en uno de los formatos estrella para comunicar en salud.
El vídeo está creciendo con mucha fuerza en nuestro ámbito y esto sucede fundamentalmente porque es un excelente formato a la hora de comunicar, informar y formar, tanto a profesionales como a los propios ciudadanos que ya están acostumbrados a este formato y lo utilizan con frecuencia en todo tipo de comunicaciones. De esta forma los grupos de WhatsApp se ven inundados de ellos y redes como Facebook, Twitter o Instagram son conscientes de su importancia y están evolucionando para incorporar el vídeo como medio preeminente.
Un dato a tener en cuenta: se estima que solo en YouTube se suben del orden de 300 horas de vídeo por minuto. Y por otro lado los hábitos de consumo se dirigen hacia que lo usuarios ven con mayor facilidad vídeos de corta duración. Parece por tanto que en el mundo de la hiperdistracción lo visual gana cada día más terreno como factor decisivo a la hora de captar la atención.
Vídeos y salud
Pero hablemos de nuestro ámbito. El vídeo es el formato más completo para comunicar en salud y es un recurso que utilizan con frecuencia tanto profesionales, instituciones como los propios pacientes para transmitir conocimientos de salud. De esta forma se está convirtiendo en un poderoso aliado que gracias a Internet y las redes sociales puede llegar de forma masiva a la población, o de manera muy precisa a un sector muy concreto.
La tendencia va en aumento y cada día circulan por la red cientos de vídeos relacionados con la salud. Y aunque la calidad técnica es cada día mayor esto no equivale a una elevada rigurosidad en los contenidos, de forma que en la red coexisten vídeos de gran calidad técnica con una muy baja rigurosidad científica y viceversa.
Esto significa que si como agentes de salud queremos conseguir llamar la atención de los ciudadanos y que además esta vaya asociada a un cambio de conducta hacia la consecución de hábitos saludables, ya no basta con que seamos rigurosos en los contenidos que producimos sino que además tendremos que ser creativos y adaptarlos a las necesidades de consumo actuales de los usuarios. Y esto a la postre se traduce en que tenemos que ser capaces de generar vídeos con buenos contenidos (preferiblemente de corta duración) y que además tengan una calidad técnica suficiente.
La gran ventaja que tenemos ahora es que del mismo modo que Internet ha democratizado la producción de contenidos en formatos como el texto o la imagen, también disponemos de tecnologías muy asequibles que nos permiten alcanzar unos requerimientos técnicos mínimos y ofrecer a los ciudadanos vídeos de salud con una calidad más que aceptable.
Vamos a repasar cuáles son aquellos materiales, tecnologías y técnicas que nos pueden ayudar a dar ese plus de calidad a nuestros vídeos de salud basándonos en nuestra propia experiencia a la hora de grabar estos contenidos.
1. Elección del material para la grabación de vídeo de salud
Este es quizás el aspecto que más ha evolucionado durante estos últimos años propiciado sobre todo por la incorporación de cámaras fotográficas en los teléfonos móviles.
Existen distintos tipos de cámaras para la grabación de vídeo:
- Cámara del Smartphone: en estos momentos nuestros teléfonos tienen la capacidad de grabar vídeos con una calidad más que aceptable, por lo que se sitúan como la tecnología más accesible si no disponemos de mucho presupuesto. La mayoría de los Smartphone graban en calidad HD e incluso algunos ya lo hacen en resoluciones que alcanzan los 4K.
- Webcam: las cámaras frontales que incorporan tanto ordenadores como teléfonos y tabletas disponen de una calidad inferior, pero pueden ser útiles a la hora de grabar vídeos si estamos por ejemplo presentando delante de un ordenador.
- Videocámaras de consumo: se sitúan en un segmento superior en un rango de precios que ronda los 200-800€ y la principal ventaja que tienen es que suelen incorporar zoom óptico, lo que nos permite variar el plano de grabación y usan medios de almacenamiento dedicados que nos permiten grabar durante más tiempo. Incluimos también las cámaras DSLR (cámaras réflex) que ahora también graban vídeo en alta calidad y que tienen la ventaja de usar objetivos intercambiables.
- Cámaras profesionales: es necesario mencionarlas porque son las que mayor calidad nos ofrecen, pero por precio se escapan de la finalidad de este análisis.
¿Qué tenemos que tener en cuenta a la hora de elegir la tecnología de grabación? Si queremos ofrecer una calidad suficiente esta debería disponer al menos de una calidad de captura en alta definición (HD) y tener una capacidad de almacenamiento suficiente para grabar durante un tiempo adecuado. Además es aconsejable aunque no imprescindible que permita la entrada de una fuente de audio externa.
2. Mejorar el audio
El audio de un vídeo es quizás el segundo aspecto que más valoran los usuarios tras la calidad de imagen y también el más descuidado. Es de hecho un factor crucial por el que los usuarios dejan de ver un vídeo en Internet, por lo que deberemos darle la importancia que se merece.
La baja calidad en el audio suele deberse a que los micrófonos que incorporan las tecnologías de grabación están diseñados para capturar el sonido ambiente de forma equilibrada de manera que puede ser adecuado para una grabación estándar pero no por ejemplo para un contenido narrado o una entrevista.
Por esa razón el uso de un micrófono externo puede ayudarnos a dar un salto cualitativo en nuestros vídeos. Existen distintos tipos de micrófonos que podemos incorporar:
- Micrófonos de mano: es el típico micrófono que usan los periodistas en sus retransmisiones porque captan muy bien el sonido de aquella persona que se encuentre muy cerca, por lo que son ideales para ponencias y entrevistas.
- Micrófonos de diadema: se colocan en la cabeza adaptándose a la anatomía y permiten hablar sin ocupar las manos. Ofrecen buena calidad aunque hay que tener cuidado al colocarlos porque pueden registrar también los sonidos de la boca y de nuestra respiración.
- Micrófonos de mesa: Se utilizan para mejorar (o sustituir) el audio de los micrófonos de una webcam o cuando el sujeto está sentado. Son muy utilizados para la grabación de podcast y ofrecen una buena calidad a precios bastante ajustados.
- Micrófonos de solapa o corbata: incorporan una pinza que permite sujetarlos en la ropa y recogen el audio de una forma cercana con una buena calidad. Tienen la ventaja de que pueden ser utilizados para recoger el audio de forma externa conectados por ejemplo a un teléfono o grabadora para sustituir en el proceso de edición del vídeo al audio que incorporan las cámaras, mejorando sustancialmente la calidad del sonido.
- Micrófonos externos acoplables: son aquellos que se conectan a la cámara de vídeo mediante un zócalo y utilizados con videocámaras de gama media o alta permiten capturar el sonido con una buena calidad tanto en interiores como exteriores, de forma omnidireccional (desde todos los ángulos) o direccional (desde la fuente hacia la que apuntan).
3. Conseguir una buena estabilización
Otro de los aspectos muy descuidados a la hora de grabar vídeos es el de que esté bien estabilizado de forma que la imagen no tiemble. Y aunque las cámaras han evolucionado e incorporan sistemas de estabilización de imagen a la hora de la verdad es difícil conseguir una imagen fija si grabamos a pulso nuestros vídeos.
Por esta razón el uso de un trípode por muy básico que sea nos ofrecerá un mejor resultado que el mejor de los pulsos. En el mercado podemos encontrar varios tipos de trípodes:
- Trípodes estándar: son los típicos de tres pies y una pastilla superior que se enrosca a través de un tornillo estándar en una conexión que incorporan la mayoría de vídeo-cámaras.
- Trípodes para Smartphone: incorporan soportes que pueden ser específicos para un modelo de teléfono concreto o adaptables y que sirven para distintos tipos de pantalla.
- Minitrípodes, patas de araña y palos de selfie: suelen ser dispositivos pequeños que podemos situar sobre una mesa o superficie y nos ayudan a estabilizar la imagen. No lo consiguen en la misma manera los palos de selfie que están más enfocados para la captura y grabación de imágenes en movimiento.
4. La iluminación: un factor clave
La luz es otro de los factores decisivos a la hora de mejorar la calidad de nuestros vídeos. Si bien la iluminación natural es la mejor opción a la hora de grabar también es cierto que las condiciones de luz óptimas son difíciles de conseguir porque dependen de muchos factores externos como son la hora y condiciones meteorológicas. Por eso lo mejor es utilizar fuentes de iluminación externas que apoyen o sustituyan la luz natural, mejorando la calidad de nuestros vídeos. Las más utilizadas en vídeo y fotografía son de tres tipos:
- Tipo softbox: a día de hoy constituyen la opción más asequible. Incluyen bombillas de gran potencia y paneles que sirven para difuminar la luz. Pueden encontrarse en Internet en forma de kits de 2 o 3 elementos y en un rango de precios de entre 100-200€.
- Equipos led: están sustituyendo progresivamente a las bombillas clásicas porque su luz es de mayor calidad y sobre todo su bajo consumo. Son una excelente opción de iluminación aunque a día de hoy tienen un precio superior a las anteriores.
- Tungsteno: se utilizan de forma más profesional por su excelente rendimiento y resultados aunque su precio las sitúa como un elemento que queda lejos de nuestros fines en esta entrada.
5. Presentando como un profesional: uso de teleprompter
Los sistemas teleprompter se utilizan ampliamente en estudios de televisión con excelentes resultados y sin embargo todavía no se ha extendido su uso a entornos como el nuestro. Presentan la ventaja de que evitamos tener que memorizar el texto de cada vídeo permitiendo además una mirada a cámara, lo cual produce una mayor cercanía con el espectador.
Existen varias opciones en el mercado para conseguir este efecto. Por un lado diversas aplicaciones para teléfonos y tabletas electrónicas en las que introducimos el texto y podemos conjugar otros parámetros como son el tamaño y velocidad de presentación. Una vez situadas junto a la cámara permiten que vayamos leyendo el texto directamente, si bien en este caso la mirada del presentador no se dirige directamente hacia la cámara ofreciendo un resultado menos natural.
Y por otro lado podemos hacer uso de sistemas integrales de teleprompter de tipo espejo, que son dispositivos que se sitúan delante de la cámara y proyectan el texto en un cristal colocado delante del objetivo, de forma que podemos leer directamente y nuestra mirada queda perfectamente natural. Para este fin existen dispositivos profesionales e interesantes soluciones más amateur en la que podemos colocar una Tablet que incluya cualquiera de las aplicaciones antes mencionadas (existen apps gratuitas). Algunas de ellas permiten el uso de mandos inalámbricos de forma que el orador puede controlar la velocidad del texto durante la emisión.
6. Proyectando fondos con pantallas de tipo Chroma Key
Las pantallas croma son muy utilizadas en televisión y fotografía para separar el fondo u otros elementos del presentador y sustituirlos por imágenes o vídeos. Para ello colocaremos al ponente delante de una pantalla de color uniforme y mediante una técnica de edición posterior sustituiremos ese color por nuestro fondo. De esta forma los colores elegidos para este tipo de pantallas son aquellos que no suelen incluir el cuerpo o la ropa de los presentadores (porque sino serían igualmente sustituidos), siendo el verde el color más utilizado.
Existen varios materiales que pueden ser utilizados como pantallas Chroma Key:
- Paredes o fondos: pintados de un color producen un efecto uniforme, aunque limita las opciones si necesitamos utilizar colores alternativos.
- Telas: son la opción más económica si además queremos grabar vídeos con este efecto de forma ocasional. Hay que elegir una tela lo suficientemente grande como para cubrir toda la escena en la que se encuentra el presentador. En el mercado existen diferentes tipos de telas de muchos colores que se colocan mediante soportes o sistemas para colgar de la pared o el techo.
- Vinilos y rollos de papel: son los más usados en estudios ya que no hacen arrugas por lo que reparten la luz de manera uniforme, evitando la aparición de sombras y mejorando el resultado final.
7. Eligiendo las mejores tomas y planos
Por último otro aspecto fundamental a la hora de grabar vídeos de salud es el de elegir una buena composición de la escena a través de los llamados planos y sus combinaciones. Aunque lo más habitual a la hora de grabar este tipo de vídeos es hacerlo a través de un plano fijo, lo ideal si es posible es ofrecer distintos planos y alternarlos con otras tomas de imágenes o vídeos, las cuales enriquecerán el resultado final. Estos son algunos de los más utilizados:
- Plano general: vista general que incluye múltiples elementos y que sirve para ofrecer al espectador una visión general del lugar en el que se desarrolla la acción.
- Plano medio: ocupa un encuadre más reducido dirigiendo la atención hacia el presentador. Puede ser largo si abarca la figura humana hasta debajo de la cintura y corto, de forma que la línea inferior se situaría a la altura de las axilas.
- Plano americano: incluye al ponente de forma que la línea inferior se sitúa por debajo de las rodillas.
- Primer plano: en él la cara del ponente llena la pantalla para reforzar el lenguaje visual.
Y para muestra de todo ello un botón. En el siguiente vídeo puedes ver el resultado de todos estos consejos en uno de los vídeos que integran el curso gratuito de Introducción a las Aplicaciones móviles de salud:
Espero que con estos consejos te animes a mejorar la calidad de tus vídeos de salud. Si lo deseas puedes compartir tus ideas más abajo en la sección de comentarios.
LAMPARAS EN LINEA dice
Para mejorar la calidad de tus vídeos de salud, es esencial contar con buena iluminación. Una lámpara con aplique a la pared asegura una luz uniforme y sin sombras, lo que facilita ver detalles importantes y proporciona un aspecto profesional a tus contenidos. ¡La claridad hace la diferencia!