Internet es hoy en día la gran fuente de información a la que buena parte de la población acudimos cuando tenemos un problema de salud. Gran parte de la información que consumimos lo hacemos en formato audiovisual, por ser este un medio que nuestro cerebro entiende muy bien y al que ya estamos sobradamente acostumbrados.
Foto by clarita
Hace unos días cayó en mis manos una buena editorial de Elia Gabarrón y Luis Fernandez-Luque, en el que reflejan el crecimiento en el uso de este medio como forma de promoción para la salud a través de las Redes Sociales.
Me llama la atención de ese artículo, lo fácil que es hoy en día subir un vídeo con consejos sanitarios a la red y a la vez, lo difícil que es a veces valorar su calidad por no identificar la autoría del vídeo y las fuentes consultadas.
En un entorno en el que tanto pacientes como profesionales podemos comunicarnos audiovisualmente sobre aspectos de la salud y la enfermedad con absoluta libertad, ¿Cómo podríamos asegurar la calidad?
Sería interesante que los profesionales siguiéramos una serie de normas a la hora de publicar contenido, como podemos hacer cuando escribimos artículos científicos o publicamos en nuestros blogs. Una iniciativa interesante al respecto, es la de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, que ha creado un manual de acreditación de páginas web.
El problema es que el destinatario final no entiende de normas de calidad y no dispone de tiempo para buscar fuentes confiables, por lo que a menudo se fía de buscadores como Google o de canales como Youtube para encontrar la información que demanda.
Google por ejemplo tiene en cuenta a la hora de dar relevancia en sus búsquedas, que las páginas sean de organismos oficiales. Pero también valora mucho que la página en cuestión esté citada por muchas otras páginas. Esto quiere decir que si un vídeo en cuestión está enlazado por cientos de webs, será considerado por el buscador como material “de calidad” y aparecerá en los primeros resultados de búsqueda.
Quizás entonces y hasta que la web 3.0 esté desarrollada, nuestra labor como profesionales sea guiar a los pacientes a identificar las fuentes de información de calidad y seleccionar para ellos los vídeos y materiales más relevantes que les ayude en el mantenimiento de su salud.
Los vídeos y sus usos en e-Salud
Cada vez son más las instituciones y organismos sanitarios que empiezan a utilizar los vídeos como herramienta en educación para la salud. En Castilla y León tenemos el ejemplo del Aula de Pacientes, del que nos habló Manuel Villacorta en eSaludCyL.
Los profesionales por otro lado, empiezan a producir sus propios contenidos y a utilizarlos como extensión de su consulta para sus pacientes. Y existen videoblogs como los de Rosa en los que de una forma muy sencilla se ofrecen consejos saludables a través de vídeos.
Los propios pacientes también usan estas herramientas para contar sus experiencias personales y dar consejos a otros pacientes.
Y muchos de los vídeos sobre salud que existen en los canales de Internet están creados por empresas privadas, que los utilizan como estrategia para posicionamiento de marca.
Segunda Jornada de Vídeos y Salud
El año pasado tuve el placer de disfrutar de la 1 Jornada de Vídeos y Salud que se celebró en Madrid.
Previamente a la Jornada, hubo un intenso trabajo de organización por parte de los promotores y de creación de vídeos por parte de los asistentes (este fue el mío).
En ella conocí de primera mano el papel tan importante que juegan los vídeos como herramienta de difusión de consejos saludables entre la población. Y durante la jornada se produjeron líneas de trabajo interesantes, en las que todos pudimos participar y aportar nuestra perspectiva.
Las horas pasaron volando, entre espacios en los que buenos ponentes dieron sus consejos sobre cómo mejorar nuestra comunicación y los espacios de trabajo y los talleres prácticos, en los que pudimos hacer nuestros pinitos de creación y edición de vídeos.
Para mí fue un placer poder asistir, porque además tuve ocasión de desvirtualizar a un montón de gente a la que seguía desde hacía tiempo y con los que pude charlar y compartir experiencias.
Este año la Segunda Jornada se presenta aún más interesante (7 de Julio en Bilbao) y seguro que no defrauda a nadie. Todavía no sé si podré asistir, aunque haremos lo posible por estar aunque sea virtualmente.
Y para muestra…
Los vídeos constituyen además un recurso imprescindible y muy efectivo para modificación de hábitos saludables y en la educación para la salud a distancia.
Y como muestra de experiencias llevadas a la práctica, os dejo con unos cuantos ejemplos que he encontrado por Internet de iniciativas y estudios del uso de vídeos para promoción de la salud, cambio de hábitos y usos en formación de profesionales:
– Uso de vídeos para mejorar la notificación a parejas de las ETS en Sudáfrica
– Vídeos vs material escrito en Educación sanitaria en el uso de protección solar
– Estrategias de implantación de intervenciones basadas en vídeos en salas de espera
– Uso de los vídeos como herramienta de educación para la salud en una zona rural de Senegal
– Mejorando las decisiones al final de la vida a través de estrategias basadas en vídeos
– Usando Youtube en formación perioperatoria a enfermeras
– Uso de vídeos en intervenciones frente al dolor en pacientes oncológicos
– La eficacia del vídeo y otros materiales en en la promoción de la educación en el paciente asmático
– Incidencia de video-tutoriales en la prevención de lesiones en deportistas de Halterofilia
– Introducción de vídeos didácticos en la enseñanza de toxicología
– Intervención educativa en la modificación de hábitos sobre salud bucal en embarazadas
¿Será el vídeo el formato estrella en la Educación para la e-Salud?
easyloc.es dice
El formato audiovisual es clave para entender temas de salud de manera clara y accesible. Es una excelente iniciativa, y contar con una buena locución hace que la información sea aún más comprensible y atractiva.