El día 19 se celebró la 2ª Jornada sobre Salud 2.0 del Hospital de Vinalopó y pude seguir parte de ella gracias a su difusión a través de Internet (bendito streaming).
Foto de heydrienne vía Flickr
Tuve la suerte de ver a grandes comunicadores en acción y saqué varias conclusiones interesantes, pero me quedo con una pregunta que se formuló en la primera mesa y que creo que hizo @manyez (me sonaba a su voz ;)) , sobre que si realmente existe una masa crítica en esto del 2.0, o sigue siendo algo muy minoritario.
Me resultó curiosa la pregunta porque este es un tema recurrente en las redes y eventos sobre salud 2.0 y sobre el que tuve la oportunidad de hablar hace unos días con @EBEvidencia.
Varios de los ponentes de la jornada aludieron a que quizás aún no haya una masa crítica importante pero si suficiente, para que pacientes y organizaciones conozcan las virtudes y que poco a poco se eche a rodar este asunto.
Por otro lado se habló de perfiles y de cómo el 2.0 es atractivo para algunos colectivos, pero no para otros. Y por supuesto que el 2.0 no son solo herramientas, sino actitud, sharismo y colaboración.
Fran Sánchez resaltó que la masa crítica existe (y sino que se lo pregunten a Facebook con 900 millones de usuarios en todo el mundo), pero que a su vez falta mucha formación y concienciación, y sobre todo ponerse en el lugar del que usa las herramientas.
Y creo que este es uno de los aspectos claves para conseguir la masa crítica suficiente que permitiría una auténtica revolución del uso de estas tecnologías basadas en el 2.0. Nos falta precisamente la empatía.
Si tenemos en cuenta la curva de la Teoría de la Difusión de las Innovaciones de Everett M. Rogers, que explica de forma muy gráfica la adopción del uso de las nuevas ideas o tecnologías por los usuarios, existen distintas fases:
Los primeros en subirse al carro, son los llamados innovadores o ‘early adopters’ y el grupo de los primeros seguidores. Pero la clave del éxito radica en conseguir que la gran mayoría (precoz y tardía) se sume al uso de las tecnologías, alcanzando así esa masa crítica importante.
Para conseguir sobrepasar ese punto hace falta primero que los innovadores prueben las tecnologías y se constituyan como embajadores de las mismas y produzcan su difusión en sus ámbitos de impacto. Pero solo con eso no es suficiente (y sino que le pregunten a Google Plus).
En el caso de la aplicación en la salud, parece que los que ya estamos sacando el jugo a esto del 2.0, conocemos el potencial de las herramientas y los beneficios personales y profesionales que nos aporta la conversación y así lo intentamos predicar a nuestros compañeros en los distintos foros. Pero aún así parece que no hemos conseguido que un gran número de profesionales se sumen y participen ¿En qué estamos fallando?
Quizás lo que nos falla es esa empatía 2.0. Para que un gran número de usuarios adopten una tecnología, es necesario que vean satisfecha una necesidad o solucionado un problema.
En el caso de los innovadores, parece que estas tecnologías han cubierto nuestras necesidades de frikismo curiosidad y de búsqueda de hacer las cosas de otra manera, lo que ha permitido que hayamos empezado a usarlas en nuestro día a día.
Pero quizás el resto de profesionales tengan otras necesidades que no estamos sabiendo cubrir con el uso de las tecnologías o con la actitud 2.0., porque no les preguntamos ni nos ponemos en su piel.
O quizás sea la gran presión asistencial lo que no les permite salir de un modelo muy rígido y favorecer un cambio en la forma de hacer las cosas.
O quizás… (rellénese al gusto)
¿Crees que existe una masa crítica suficiente de profesionales sanitarios en el 2.0? ¿Tenemos falta de empatía?
Monica Moro dice
Chema, buen post y buen diagnóstico de la situación. Como sabes con #salu20 empezamos en noviembre de 2010 y casi 2 años después me atrevo a afirmar que los profesionales que se han subido a este carro son menos de los esperados, y todavía diría más, incluso algunos tras un evento se acercaron y en pocos días abandonaron. Qué hemos hecho mal? Dónde falló la idea? Ayer en #salu20 Castellón también discutimos el tema con Mañez y quizás llegó el momento de cambiar el modelo. No podemos seguir en mil eventos diciendo que esto es actitud pues con mucha actitud y ninguna competencia digital «profesional» no vamos a llegar demasiado lejos. La respuesta? Buf, no lo sé pero por mi parte apuesto por las acciones de más hacer y menos hablar.
Bueno… Igual me animo con un post en Miraquebé 😉 gracias por darle jna vuelta más a todo esto. Un abrazo!
ChemaCepeda dice
Gracias Mónica
No se si habrá que cambiar el modelo, pero quizás deberíamos hacer un mayor seguimiento y empezar a medir los resultados, para ver qué acciones son las más efectivas.
No me extiendo más, porque se que vamos a volver a hablar de este tema en breve 😉
Federico Relimpio Astolfi dice
¿En qué fallamos? En el conocimiento profundo de la realidad sobre la que recae la actividad asistencial de nuestro país. Sin querer ser más negativo de lo que soy habitualmente, pretender avanzar un ápice un giro copernicano como es 2.0 sobre una profesión presa de un sistema funcionarial hostil desde la facultad hasta la jubilación, rígido, inflexible, sin cancha y ahora empobrecido y desmoralizado, es pedir peras al olmo o tener más moral que el alcoyano. Sembrar sobre un erial administrativo y anímico. El auténtico cambio intelectual y de actitud exige un cambio de marco de relaciones y, por encima de ello, un cambio de mentalidad arriba – prescindir de la medicina basada en la desconfianza, en el control y la vigilancia -. Creo que hay revoluciones que quedan para otra generación. Y mira que me gustaría encarecidamente equivocarme, no estar en lo cierto. En fin, arrieritos semos…
ChemaCepeda dice
Parece que las próximas generaciones serán las que se introduzcan de forma natural en este campo. Me quedo con tu opinión sobre las organizaciones y el impacto en la forma de trabajar
Javier (@cientounero) dice
Creo que aparte de actitud es necesaria cierta competencia digital, cierto «frikismo». Es normal que al no convencernos en el manejo de una herramienta y no tener «habilidad digital» abandonemos.
Y como en todo habrá quien se engancha y quien no, hay quien pone pasión en lo que hace y quien no. Es igual que quien hace deporte y quien abandona un gimnasio a los 15 días. Hay lectores empedernidos y quien no coge un libro. Hay melómanos y quien no entiende la música.
Somos muy diversos y a cada uno nos mueve una cosa o distintas. Hay a quien le satisface 30-45 minutos al día dedicado a leer y compartir ideas por redes sociales y blogs y hay a quien no, prefiere dormir una siesta o acostarse más temprano. Quizás es así de simple.
ChemaCepeda dice
Efectivamente Javier, la motivación de cada uno puede ser muy distinta a la de los demás. ¿Conseguiremos encontrar puntos de conexión?
¿Cómo enganchamos a la gente?
javier telez dice
Entiendo tu reflexión y la comparto plenamente.
Hoy por hoy creo que el gran problema del 2.0 en el sector salud es que aún sigue siendo visto como una mayor carga de trabajo y no como una nueva forma de colaboración, aprendizaje y asistencia que tiene mucho más de ayuda que de carga.
Dentro del sector sanitario existe aproximadamente el mismo número de frikies (curiosos) que en otros sectores. Muchos manejan las redes sociales, blogs, etc para muchos de sus intereses personales o de ocio (aún recuerdo la cantidad de invitaciones a farmville durante una época de profesionales sanitarios enganchados), pero mientras para estos temas los ven como algo muy útil, en el ámbito profesional lo siguen viendo como una mayor carga. Y creo que ahí debe estar el cambio.
Aún así también es cierto que a pesar de que para muchos de nosotros las redes sociales forman parte de nuestra vida cotidiana, para la gran mayoría sigue siendo un mundo desconocido (se dice que solo el 40% las usa de forma habitual) y que en la formación sigue estando aún el presente de las mismas.
Espero no haber resultado un palizas jeje
ChemaCepeda dice
Gracias Javier por el comentario.
Has tocado un punto muy importante, el de la carga de trabajo y el de hacer las cosas por obligación y no por hacer mejor nuestra labor asistencial.
Ahí los gestores tienen mucho que decir, a la hora de integrar las herramientas, para que sean parte natural de nuestro trabajo.
Veremos 😉
Marta MZ dice
Con permiso, voy entrando con gusto en el 2.0 y lo encuentro útil y aplicable pero, claro, el pero es de lo que hablamos ¿no?, necesita tiempo y hay quien lo tiene y quien no. Yo tengo poco, pero como me gusta…
De todos modos me parece que, al menos en mi caso, necesitaré esperar a que mis pacientes vayan subiendo al carro porque, por edad -la mayoría son pluripatológicos, complejos y >70-, no les va mucho. Entre tanto voy aprendiendo y conociendo apps, blogs y conexiones varias en las que conectar con compañeros.
¿Será que tenemos prisa?
Saludos y gracias, esto desaisla mucho
ChemaCepeda dice
Gracias Marta, por tu perspectiva que siempre es buena.
¿Creéis que es una cuestión sobre cómo empleamos nuestro tiempo libre?
Rodrigo Gutiérrez dice
Magnífico, Chema. ¿Condenados a ser «francotiradores»?Coincido con varias de las observaciones apuntadas. Y además, creo que muchos directivos y altos responsables sanitarios no se acaban de creer esto del 2.0. Así resulta difícil llegar a un conjunto de profesionales y por añadidura a los pacientes, (que constittuirían la ‘masa crítica’ necesaria) pero que no encuentran la utilidad práctica del asunto y encima les supone una carga adicional de trabajo. Y además de cierta competencia y «frikismo», como dice Javier (por cierto que la RAE ha admitido la palabra en el Diccionario), se necesita ese apoyo y respaldo institucional, digamos un cierto marchamo de «oficialidad» que a mi juicio podría contribuir a la mayor y más rápida difusión de las herramientas y del espíritu 2.0 Mientras la actividad no sea contemplada y programada en agenda como cualquier otra, no acabará de estar «normalizada» o incorporada a la práctica habitual. ¿Pueden ayudar la creación de estructuras tipo Oficina 2.0 como en la C.Valenciana? ¿Qué hay del acceso a Internet en las consultas?, etc., etc. Veremos.
ChemaCepeda dice
El apoyo institucional es fundamental, para normalizar este uso esporádico y hacer del frikismo, algo cotidiano.
¿Empezamos entonces por los gestores?
Gracias por entrar y comentar
Pilar dice
Hola Chema, interesantes conclusiones las que se pueden leer tanto en el post como en los comentarios posteriores.
En efecto, como decimos siempre, la actitud es fundamental pero no sólo de actitud vive el 2.0 Hay que hacer, dejar hacer, observar y escuchar y volver a hacer. Por mucho que yo le hable a mi compañero de las bonanzas del 2.0 en salud, hasta que él no lo pruebe y vea que realmente le facilita el trabajo, no lo va a utilizar en su trabajo en la consulta.
Con respecto a la masa crítica, quizás la profesional sea escasa pero la de los pacientes no. Creo que van por delante y en mi caso, son los que me hacen seguir adelante a mí.
Y para terminar, los «peros» o quizás como tú los llamas. Muchos se han comentado ya y estoy de acuerdo con ellos: las limitaciones de internet en las consultas, la presión asistencial, los oídos «sordos» de «los de arriba», en fin, muchos. Hasta que la «cultura 2.0» y el trabajar con las nuevas tecnologías no sea algo tan habitual como una extracción de sangre no podremos salvar esos «peros».
¿Conseguiremos alguna vez que el 2.0 deje de sonar a «moderno» o «friki»? Con el tiempo sí, los jóvenes de ahora llevan el 2.0 en las venas y lo usan de forma natural en sus estudios, con sus amigos… El 2.0 forma parte de sus vidas. Ahora bien, intentar ganar años al reloj e implantar el 2.0 en nuestras consultas parece un reto difícil, pero no imposible. ¿Cómo lo haremos? Sinceramente no lo sé, pero merece la pena seguir buscando soluciones.
Un beso y buen fin de semana para todos.
ChemaCepeda dice
Esa es la actitud Pilar, siempre hay que intentar buscar soluciones.
No se si estaremos adelantando el tiempo como dices, pero merece la pena intentarlo ¿verdad?
Juana dice
Sois impacientes jeje
la paciencia y la constancia son características que debemos practicar ….
Y no olvidéis que:
«Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado.»
Thomas Sowell
Si Jesucristo con 11 tipos y sin internet ni «ná» mirar la que ha liado …. nosotros podemos jajajajaja
ChemaCepeda dice
Toda la razón Juana.
A los hechos me remito cuando digo que gracias a las redes, hoy en día la podemos liar 😉
Carmen Cita dice
Me alegra, por un lado, leer que a vosotros también os cuesta esto de extender esto del 2.0. En mi entorno pocos compañeros tiene cuenta por ejemplo en twitter. He hecho varios cursos para iniciarlos, explicándoles la puerta abierta que es a la información, mucha, rápida y actual. Salen encantados, entusiasmados, pero… lamentablemente se cumple la primera famosa fase del twitter. Y ahí estamos. Les hago seguimiento de twits, de seguidores y siguientes, y la curva es casi plana. Me desespero. Pero, leyéndoos parece que me animo y me dais dosis de paciencia. Me había propuesto a final de año hacer un encuentro de twiteros enfermeros, y haré lo posible por conseguirlo
Gracias a todos
ChemaCepeda dice
Pues ya nos contarás qué tal va el seguimiento. Quizás no baste con el bautismo 2.0 y haya que ofrecer dosis posteriores para conseguir el uso real.
A ver si conseguimos que vayan quitando los huevos de sus cuentas de Twitter
Gracias por comentar!